Muy probablemente cuando digo esto, se imaginarán una escena bastante patética, en la cual nosotras somos tan patológicas y tan masoquistas que disfrutamos con el hecho de ser engañadas.
Pero ¿qué tipo de engaño se están imaginando?
Ese donde el hombre está con uno y por detrás tiene a otras dos, o quizás ese donde nos ponemos unos jeans y queremos que nos digan que nos vemos bien aunque sea mentira; o ya se, el hecho de que nos digan que están con "un amigo" y están con alguna otra que de amiga no tiene nada.
Ese donde el hombre está con uno y por detrás tiene a otras dos, o quizás ese donde nos ponemos unos jeans y queremos que nos digan que nos vemos bien aunque sea mentira; o ya se, el hecho de que nos digan que están con "un amigo" y están con alguna otra que de amiga no tiene nada.
No señores, yo no hablo de ese tipo de engaño, de verdad no somos tan enfermizas para querernos tan poco y desear esto.
Nosotras ciertamente somos soñadoras, y tenemos cantidades importantes de masoquismo en nuestra sangre, pretendemos que ellos nos digan única y exclusivamente lo que esperamos escuchar, y ademas tenemos la santa voluntad de creer esa mentira absurda de que ellos puedan adivinar lo que queremos, o peor aun, lo que necesitamos.
Pasa que somos tremendamente complicadas, siempre maquinamos un poco mas de lo necesario, y necesitamos que el hombre que esté con nosotras sepa como tratarnos. Pero ese saber tratarnos lo medimos de acuerdo a lo que nosotras esperamos que hagan para obtener nuestra atención, pero no siempre es lo que obtenemos.
Tenemos la mala costumbre de creernos la madre de nuestra pareja y estamos constantemente dejándole huellas que ellos deben seguir para alcanzarnos, queremos hacer del hombre lo que siempre hemos deseado, y quizás no los dejamos que sean simplemente ellos mismos.
Cuando digo que nos gusta que nos engañen me refiero a que sabemos lo que ellos quieren, sabemos que todos quieren sexo, y en el fondo nosotras también lo queremos y lo disfrutamos tanto o más que ellos, pero no lo decimos porque las prioridades son distintas en nuestro caso, no queremos que nos digan lo que quieren realmente, aunque ya lo sepamos. ¡que manera de ser complicadas!
Ellos hacen todo para llegar al sexo, ese es el fin y los medios son acoplados al mismo, pero nosotras necesitamos de todo ese aparataje de cosas previas para siquiera concebir la idea de llegar al sexo, de manera que esta claramente diferenciado el hecho de que nuestras prioridades son otras.
Nos gusta que nos engañen porque nos gusta sentir y saber que nos desean, pero no nos agrada que nos lo digan, que nos lo demuestren de manera explicita -al comienzo por supuesto- nos gusta saber que hacen las cosas porque disfrutan de nuestra compañía, nos gusta esa discreción, pero seamos sinceras, en el fondo sabemos que en un principio su instinto es más fuerte que su razonamiento, incluso que su sentimiento.
Nos gusta que tengan detalles que para nosotras son importantes y por lo general ellos olvidan, pero aunque no sean detallistas terminamos haciendo que empiecen a hacerlo, pero no les nace, lo hacen para evitar el berrinche, y aunque no sea algo genuino nos gusta obtener de ellos lo mejor, o lo que nosotras creemos que es lo mejor.
Comúnmente los llamamos "básicos" y quizás debemos enfocarnos mejor y decir que nosotras somos demasiado complejas, y a partir de esas diferencias es que podemos pensar, pero ¿que se nos puede pedir? somos mujeres.
El hecho es que siempre esperamos mucho, y terminamos haciendo que ellos lo hagan porque de otra manera nos sentimos incomprendidas, no comprendemos que algunas veces el hombre aprende a querer a partir de su aparato reproductor, eso en nuestra mente no cabe. Pero no por eso deja de ser cierto, el sexo los une más a nosotras, toca su ser y los vuelve sensibles a otras cosas. ¡raro para nosotras, vital para ellos!
El asunto es que nosotras pensamos un poco más allá, queremos un amigo, un novio, un esposo, un compañero, un cómplice, un amante, un decorador de interiores, un excelente cocinero, una persona detallista, que se preocupe por tus necesidades, que comprenda tus desequilibrios hormonales, que sea caballero, respetuoso, inteligente, amable, agradable, solvente, atractivo, comprensivo, romántico, sensible, cariñoso, responsable, trabajador, maduro, aventurero, emprendedor, plomero, pintor, poeta, que colabore en la casa, cursi pero realista, centrado, fiel, buen amante, buen padre, buen hijo pero que no tenga mamitis, independiente, luchador, comunicativo, bla bla bla bla...
En resumen, todo esto es lo que según nosotras mismas hace "no tan básico" a un hombre y lo que finalmente esperamos obtener, el hombre perfecto pues, el ideal, el soñado. Cuando esto no pasa comenzamos a movernos en el terreno de la pugna, la inconformidad, pero amigas, nadie es perfecto.
Al encontrarte con un hombre que te dice que no es perfecto, pero quiere hacerte feliz nos sentimos tremendamente idiotas, porque no nos estamos dando cuenta de que el hombre es hombre, y se enamoran de nosotras aun sabiendo que a veces no dan la talla, pero lo intentan y eso vale, y vale mucho.
De manera que, mujeres y hombres que me lean, aceptense con virtudes y defectos, seamos felices con lo que tenemos, con quien nos merezca, chicas no pretendan escuchar de ellos justo lo que quieres oír, eso por lo general no pasa.
Chicos no nos pidan que seamos de otra manera, SOMOS MUJERES y ustedes sean tal cual son, pero si les interesa una mujer den lo mejor de sí y haganselo saber, sean inteligentes y pacientes, hagan que ella entienda que no son perfectos pero que están intentando hacerla feliz y eso hará una gran diferencia.
Pasa que somos tremendamente complicadas, siempre maquinamos un poco mas de lo necesario, y necesitamos que el hombre que esté con nosotras sepa como tratarnos. Pero ese saber tratarnos lo medimos de acuerdo a lo que nosotras esperamos que hagan para obtener nuestra atención, pero no siempre es lo que obtenemos.
Tenemos la mala costumbre de creernos la madre de nuestra pareja y estamos constantemente dejándole huellas que ellos deben seguir para alcanzarnos, queremos hacer del hombre lo que siempre hemos deseado, y quizás no los dejamos que sean simplemente ellos mismos.
Cuando digo que nos gusta que nos engañen me refiero a que sabemos lo que ellos quieren, sabemos que todos quieren sexo, y en el fondo nosotras también lo queremos y lo disfrutamos tanto o más que ellos, pero no lo decimos porque las prioridades son distintas en nuestro caso, no queremos que nos digan lo que quieren realmente, aunque ya lo sepamos. ¡que manera de ser complicadas!
Ellos hacen todo para llegar al sexo, ese es el fin y los medios son acoplados al mismo, pero nosotras necesitamos de todo ese aparataje de cosas previas para siquiera concebir la idea de llegar al sexo, de manera que esta claramente diferenciado el hecho de que nuestras prioridades son otras.
Nos gusta que nos engañen porque nos gusta sentir y saber que nos desean, pero no nos agrada que nos lo digan, que nos lo demuestren de manera explicita -al comienzo por supuesto- nos gusta saber que hacen las cosas porque disfrutan de nuestra compañía, nos gusta esa discreción, pero seamos sinceras, en el fondo sabemos que en un principio su instinto es más fuerte que su razonamiento, incluso que su sentimiento.
Nos gusta que tengan detalles que para nosotras son importantes y por lo general ellos olvidan, pero aunque no sean detallistas terminamos haciendo que empiecen a hacerlo, pero no les nace, lo hacen para evitar el berrinche, y aunque no sea algo genuino nos gusta obtener de ellos lo mejor, o lo que nosotras creemos que es lo mejor.
Comúnmente los llamamos "básicos" y quizás debemos enfocarnos mejor y decir que nosotras somos demasiado complejas, y a partir de esas diferencias es que podemos pensar, pero ¿que se nos puede pedir? somos mujeres.
El hecho es que siempre esperamos mucho, y terminamos haciendo que ellos lo hagan porque de otra manera nos sentimos incomprendidas, no comprendemos que algunas veces el hombre aprende a querer a partir de su aparato reproductor, eso en nuestra mente no cabe. Pero no por eso deja de ser cierto, el sexo los une más a nosotras, toca su ser y los vuelve sensibles a otras cosas. ¡raro para nosotras, vital para ellos!
El asunto es que nosotras pensamos un poco más allá, queremos un amigo, un novio, un esposo, un compañero, un cómplice, un amante, un decorador de interiores, un excelente cocinero, una persona detallista, que se preocupe por tus necesidades, que comprenda tus desequilibrios hormonales, que sea caballero, respetuoso, inteligente, amable, agradable, solvente, atractivo, comprensivo, romántico, sensible, cariñoso, responsable, trabajador, maduro, aventurero, emprendedor, plomero, pintor, poeta, que colabore en la casa, cursi pero realista, centrado, fiel, buen amante, buen padre, buen hijo pero que no tenga mamitis, independiente, luchador, comunicativo, bla bla bla bla...
En resumen, todo esto es lo que según nosotras mismas hace "no tan básico" a un hombre y lo que finalmente esperamos obtener, el hombre perfecto pues, el ideal, el soñado. Cuando esto no pasa comenzamos a movernos en el terreno de la pugna, la inconformidad, pero amigas, nadie es perfecto.
Al encontrarte con un hombre que te dice que no es perfecto, pero quiere hacerte feliz nos sentimos tremendamente idiotas, porque no nos estamos dando cuenta de que el hombre es hombre, y se enamoran de nosotras aun sabiendo que a veces no dan la talla, pero lo intentan y eso vale, y vale mucho.
De manera que, mujeres y hombres que me lean, aceptense con virtudes y defectos, seamos felices con lo que tenemos, con quien nos merezca, chicas no pretendan escuchar de ellos justo lo que quieres oír, eso por lo general no pasa.
Chicos no nos pidan que seamos de otra manera, SOMOS MUJERES y ustedes sean tal cual son, pero si les interesa una mujer den lo mejor de sí y haganselo saber, sean inteligentes y pacientes, hagan que ella entienda que no son perfectos pero que están intentando hacerla feliz y eso hará una gran diferencia.
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