Ciertamente la pasamos bien, fuiste un caballero, uno de esos que te deslumbran y que te hacen creer en esa patraña barata del príncipe enviado del cielo, el que te iba a salvar de todas tus angustias y desencantos... -Bien entendí que no era así- Lo superé, lloré tu duelo, lloré la muerte de ese príncipe encantado que al parecer ya no querías ser, lloré también porque quizás nunca lo fuiste.
Lo acepté, pero seguía extrañando ese ser que alguna vez si estuvo frente a mi, no se quien lo mató, -insisto- no se si al menos existió, pero resulta que esa persona que eras lograba el perfecto equilibrio entre mi lado tierno, rosa y pendejo y mi otro lado perverso, salvaje y lúdico.
Podías producir muchos conatos de pequeñas explosiones en casi cualquier parte de mi cuerpo, y esto porque tenias algo maravillosamente adictivo y significativamente perfecto como para ser cierto, ese tacto, una suerte de delicadeza sexual que hacia que deseara -y aun desee- que si fueses verdad.
Cuando la magia se acabó, volvimos a intentar tocarnos y me dí cuenta de que en algún momento me viste con respeto y ternura real, pero que quizás eso se terminó y ahora solo queda ese residuo que a veces llenamos con deseo y un poco de morbo, ese que ya no es picardía, que es solo sexo y necesidad y me duele.
Por eso esta mañana desperté muy temprano, después de haberme acostado muy tarde, porque quizás necesitaba pensar y convencerme de que ya se terminó, y se terminó porque el deseo es fácil de sentir, el sexo es fácil de hacer, las excusas para el "después de..." son siempre muy comunes, pero eso que tuvimos, eso tan perfecto y completo que eramos ya no está, y la verdad no quiero los residuos.
Si quisiera reciclar afecto lo buscaría en algunos de los brazos abiertos que me esperan, pero en realidad quiero algo muy parecido a lo que eramos, si quisiera sexo lo busco con alguien que solo estimule mi cuerpo, que despierte mi deseo, pero tu, tu eras magia, eras caricia y eras tacto.
Quizás siempre fuiste mentira y lo aceptaré, quizás siempre supiste mentir, pero lo hiciste muy bien, aunque algo me dice que no todo lo fue, pero eso que fue ya no es, ya se te terminó el encanto, quizás la razón de mi insomnio es que he desbaratado esta mente y este cuerpo buscando algún rincón olvidado donde se haya quedado tu tacto, esa delicadeza exquisita que no tenia comparación con ninguna otra que haya conocido.
Hoy veo que a veces ser tu misma, y confesarte ser una enamorada empedernida del sexo -cuando se hace como debe ser- es un arma de doble filo, corrijo, contigo aprendí a enamorarme de lo que era hacer el amor, sin embargo, cuando eres muy abierta a estas cosas, corres el riesgo de ser deseada y no querida, y que triste, porque al parecer el mundo avanza, pero nosotras terminamos dando gritos desesperados, en medio del silencio que te hace callar.
0 ¿Qué tal si hoy soy un poco básica?
Mis dedos, te buscan...
Te buscan por todos lados, para poder jugar a que la distancia es corta.
Casi de manera inconsciente necesitan escribirte,
Necesitan buscar ese calor que solo tu produces,
ese que emana de mi cuerpo cuando nuestras manos se divierten.
Mis oídos, extrañan tu voz suave esa que me narra el momento
Donde poco a poco vas desnudando mi piel, como la tocas, como la besas.
Esa voz que se quiebra cuando estas a punto de tocar las nubes.
Hoy quiero escucharlo, y quiero escucharme mientras me propones
que mis manos sean las tuyas por un rato, mientras volamos juntos.
Mi mente, ya no puede recrear el escenario.
Ya no puede reproducir esas sensaciones manifestadas en mi cuerpo.
Confiesa haberlo intentado, pero necesita de eso que tu le das.
Ese clima cálido, que entre palabras picaras
Se va dando con un poco de timidez.
Mi piel, sigue sintiendo...
Pero esta noche necesita simplemente de esa voz.
De esas cosas que dices para hacerme llegar a otros lugares
Aun estando entre las cuatro paredes de mi cuarto.
Aun tu estando contigo y yo conmigo,
Podíamos alimentar la magia.
Simplemente hoy quiero desearte,
No quiero ser rosa, quiero desnudar mi piel pensando que eres tu el que lo hace.
Y escucharte decirme que son tus manos quienes hacen todo por mi.
Esta noche me conformaría con solamente tener todo ese mundo de fantasía,
Nuestro juego intimo, nuestro momento de los dos.
El juego de niños grandes que inventamos para sentirnos de lejos.
Esta noche quiero que sea tu voz la que me acompañe,
Que el teléfono y la lluvia sean la excusa para jugar.
Esta noche era perfecta para olvidarnos de todo,
Y simplemente tocarnos con la voz.
Pero no estás...
2 Chica fácil (?)
No creas que soy fácil, simplemente porque me guste el sexo tanto como a ti.
Las mujeres también necesitamos saciar nuestras ganas de tener relaciones. Sí, tener relaciones sexuales. No todas vivimos soñando con hacer el amor con todos los hombres que entran a nuestras vidas, no todas tenemos un mundo rosa en la cabeza. Habemos mujeres que disfrutamos del sexo, a veces ocasional, aunque esto sea "mal visto por la sociedad". Momento, ¿y por qué nos tiene que importar lo que la sociedad piense, si ella no se preocupa por lo que tenemos para aportarle? Si creen que las mujeres que disfrutamos del sexo -obviamente sin amor- somos unas chicas fáciles, pues, mucho gusto.
Y es que tenemos, definitivamente, que quitarnos esos disfraces de mujeres impecables y dejar de decir "es la primera vez que hago esto, no vayas a creer que yo soy así", porque la verdad es exceso de hipocresía. Si no nos gusta que nos engañen, no nos mintamos a nosotras misma entonces. Asume tu barranco, literalmente hablando. Obviamente es muy difícil mostrarse al mundo como una "chica fácil" por el temor de quedarse sola toda la vida, de no conseguir "esposo" o de que no nos tomen en serio, pero es peor querer ser Caperucita de día y el lobo feroz de noche, es peor fingir inocencia. Debemos ser auténticas.
Particularmente estoy de acuerdo con las mujeres que son independientes, que disfrutan el día a día, que no necesitan un novio para ser feliz, que salen y conocen gente, que tienen muchos amigos varones -a pesar de que eso resulte un problema a la hora de tener pareja-, que se tomen unos tragos un miércoles, por ejemplo, sin tanta preocupación por el trabajo o la casa. Porque tenemos ese derecho. Y podemos darnos esos lujos, ¿o algo nos lo impide? A pesar de muchas cosas, me considero una mujer independiente y -sin ánimos de lavarles el cerebro- sería bueno que muchas dejaran de depender de un hombre para vivir.
Mujeres, a los hombres les gusta innovar. Les gusta que nosotras disfrutemos del sexo sin tabúes. No es para nada extraño que veas una película pornográfica, ni que leas sobre sexo, sepas las posiciones más usadas por la gente. ¡De eso se trata! No digo que debemos pensar en sexo día y noche. Pero no le mintamos al mundo con cosas como "yo no me masturbo, ¡qué horror!" o "si no es mi novio formal no paso de unos besos". Aprendamos a satisfacer a los hombres en la cama. Si eres mente abierta, créeme que el próximo hombre que tengas se quedará mucho tiempo a tu lado.
La verdad, hay que disfrutar de la vida. Y el sexo es parte de la vida, afortunadamente para muchos.
P.D.: Si no eres una mujer que disfruta del sexo, omite todo lo aquí expresado.
Buena vibra.
0 A las mujeres nos gusta que nos engañen
Si ya se, suena demasiado nefasto, pero no hay mayor verdad. Si me permiten tengo que explicárselo.
Muy probablemente cuando digo esto, se imaginarán una escena bastante patética, en la cual nosotras somos tan patológicas y tan masoquistas que disfrutamos con el hecho de ser engañadas.
Pero ¿qué tipo de engaño se están imaginando?
Ese donde el hombre está con uno y por detrás tiene a otras dos, o quizás ese donde nos ponemos unos jeans y queremos que nos digan que nos vemos bien aunque sea mentira; o ya se, el hecho de que nos digan que están con "un amigo" y están con alguna otra que de amiga no tiene nada.
Ese donde el hombre está con uno y por detrás tiene a otras dos, o quizás ese donde nos ponemos unos jeans y queremos que nos digan que nos vemos bien aunque sea mentira; o ya se, el hecho de que nos digan que están con "un amigo" y están con alguna otra que de amiga no tiene nada.
No señores, yo no hablo de ese tipo de engaño, de verdad no somos tan enfermizas para querernos tan poco y desear esto.
Nosotras ciertamente somos soñadoras, y tenemos cantidades importantes de masoquismo en nuestra sangre, pretendemos que ellos nos digan única y exclusivamente lo que esperamos escuchar, y ademas tenemos la santa voluntad de creer esa mentira absurda de que ellos puedan adivinar lo que queremos, o peor aun, lo que necesitamos.
Pasa que somos tremendamente complicadas, siempre maquinamos un poco mas de lo necesario, y necesitamos que el hombre que esté con nosotras sepa como tratarnos. Pero ese saber tratarnos lo medimos de acuerdo a lo que nosotras esperamos que hagan para obtener nuestra atención, pero no siempre es lo que obtenemos.
Tenemos la mala costumbre de creernos la madre de nuestra pareja y estamos constantemente dejándole huellas que ellos deben seguir para alcanzarnos, queremos hacer del hombre lo que siempre hemos deseado, y quizás no los dejamos que sean simplemente ellos mismos.
Cuando digo que nos gusta que nos engañen me refiero a que sabemos lo que ellos quieren, sabemos que todos quieren sexo, y en el fondo nosotras también lo queremos y lo disfrutamos tanto o más que ellos, pero no lo decimos porque las prioridades son distintas en nuestro caso, no queremos que nos digan lo que quieren realmente, aunque ya lo sepamos. ¡que manera de ser complicadas!
Ellos hacen todo para llegar al sexo, ese es el fin y los medios son acoplados al mismo, pero nosotras necesitamos de todo ese aparataje de cosas previas para siquiera concebir la idea de llegar al sexo, de manera que esta claramente diferenciado el hecho de que nuestras prioridades son otras.
Nos gusta que nos engañen porque nos gusta sentir y saber que nos desean, pero no nos agrada que nos lo digan, que nos lo demuestren de manera explicita -al comienzo por supuesto- nos gusta saber que hacen las cosas porque disfrutan de nuestra compañía, nos gusta esa discreción, pero seamos sinceras, en el fondo sabemos que en un principio su instinto es más fuerte que su razonamiento, incluso que su sentimiento.
Nos gusta que tengan detalles que para nosotras son importantes y por lo general ellos olvidan, pero aunque no sean detallistas terminamos haciendo que empiecen a hacerlo, pero no les nace, lo hacen para evitar el berrinche, y aunque no sea algo genuino nos gusta obtener de ellos lo mejor, o lo que nosotras creemos que es lo mejor.
Comúnmente los llamamos "básicos" y quizás debemos enfocarnos mejor y decir que nosotras somos demasiado complejas, y a partir de esas diferencias es que podemos pensar, pero ¿que se nos puede pedir? somos mujeres.
El hecho es que siempre esperamos mucho, y terminamos haciendo que ellos lo hagan porque de otra manera nos sentimos incomprendidas, no comprendemos que algunas veces el hombre aprende a querer a partir de su aparato reproductor, eso en nuestra mente no cabe. Pero no por eso deja de ser cierto, el sexo los une más a nosotras, toca su ser y los vuelve sensibles a otras cosas. ¡raro para nosotras, vital para ellos!
El asunto es que nosotras pensamos un poco más allá, queremos un amigo, un novio, un esposo, un compañero, un cómplice, un amante, un decorador de interiores, un excelente cocinero, una persona detallista, que se preocupe por tus necesidades, que comprenda tus desequilibrios hormonales, que sea caballero, respetuoso, inteligente, amable, agradable, solvente, atractivo, comprensivo, romántico, sensible, cariñoso, responsable, trabajador, maduro, aventurero, emprendedor, plomero, pintor, poeta, que colabore en la casa, cursi pero realista, centrado, fiel, buen amante, buen padre, buen hijo pero que no tenga mamitis, independiente, luchador, comunicativo, bla bla bla bla...
En resumen, todo esto es lo que según nosotras mismas hace "no tan básico" a un hombre y lo que finalmente esperamos obtener, el hombre perfecto pues, el ideal, el soñado. Cuando esto no pasa comenzamos a movernos en el terreno de la pugna, la inconformidad, pero amigas, nadie es perfecto.
Al encontrarte con un hombre que te dice que no es perfecto, pero quiere hacerte feliz nos sentimos tremendamente idiotas, porque no nos estamos dando cuenta de que el hombre es hombre, y se enamoran de nosotras aun sabiendo que a veces no dan la talla, pero lo intentan y eso vale, y vale mucho.
De manera que, mujeres y hombres que me lean, aceptense con virtudes y defectos, seamos felices con lo que tenemos, con quien nos merezca, chicas no pretendan escuchar de ellos justo lo que quieres oír, eso por lo general no pasa.
Chicos no nos pidan que seamos de otra manera, SOMOS MUJERES y ustedes sean tal cual son, pero si les interesa una mujer den lo mejor de sí y haganselo saber, sean inteligentes y pacientes, hagan que ella entienda que no son perfectos pero que están intentando hacerla feliz y eso hará una gran diferencia.
Pasa que somos tremendamente complicadas, siempre maquinamos un poco mas de lo necesario, y necesitamos que el hombre que esté con nosotras sepa como tratarnos. Pero ese saber tratarnos lo medimos de acuerdo a lo que nosotras esperamos que hagan para obtener nuestra atención, pero no siempre es lo que obtenemos.
Tenemos la mala costumbre de creernos la madre de nuestra pareja y estamos constantemente dejándole huellas que ellos deben seguir para alcanzarnos, queremos hacer del hombre lo que siempre hemos deseado, y quizás no los dejamos que sean simplemente ellos mismos.
Cuando digo que nos gusta que nos engañen me refiero a que sabemos lo que ellos quieren, sabemos que todos quieren sexo, y en el fondo nosotras también lo queremos y lo disfrutamos tanto o más que ellos, pero no lo decimos porque las prioridades son distintas en nuestro caso, no queremos que nos digan lo que quieren realmente, aunque ya lo sepamos. ¡que manera de ser complicadas!
Ellos hacen todo para llegar al sexo, ese es el fin y los medios son acoplados al mismo, pero nosotras necesitamos de todo ese aparataje de cosas previas para siquiera concebir la idea de llegar al sexo, de manera que esta claramente diferenciado el hecho de que nuestras prioridades son otras.
Nos gusta que nos engañen porque nos gusta sentir y saber que nos desean, pero no nos agrada que nos lo digan, que nos lo demuestren de manera explicita -al comienzo por supuesto- nos gusta saber que hacen las cosas porque disfrutan de nuestra compañía, nos gusta esa discreción, pero seamos sinceras, en el fondo sabemos que en un principio su instinto es más fuerte que su razonamiento, incluso que su sentimiento.
Nos gusta que tengan detalles que para nosotras son importantes y por lo general ellos olvidan, pero aunque no sean detallistas terminamos haciendo que empiecen a hacerlo, pero no les nace, lo hacen para evitar el berrinche, y aunque no sea algo genuino nos gusta obtener de ellos lo mejor, o lo que nosotras creemos que es lo mejor.
Comúnmente los llamamos "básicos" y quizás debemos enfocarnos mejor y decir que nosotras somos demasiado complejas, y a partir de esas diferencias es que podemos pensar, pero ¿que se nos puede pedir? somos mujeres.
El hecho es que siempre esperamos mucho, y terminamos haciendo que ellos lo hagan porque de otra manera nos sentimos incomprendidas, no comprendemos que algunas veces el hombre aprende a querer a partir de su aparato reproductor, eso en nuestra mente no cabe. Pero no por eso deja de ser cierto, el sexo los une más a nosotras, toca su ser y los vuelve sensibles a otras cosas. ¡raro para nosotras, vital para ellos!
El asunto es que nosotras pensamos un poco más allá, queremos un amigo, un novio, un esposo, un compañero, un cómplice, un amante, un decorador de interiores, un excelente cocinero, una persona detallista, que se preocupe por tus necesidades, que comprenda tus desequilibrios hormonales, que sea caballero, respetuoso, inteligente, amable, agradable, solvente, atractivo, comprensivo, romántico, sensible, cariñoso, responsable, trabajador, maduro, aventurero, emprendedor, plomero, pintor, poeta, que colabore en la casa, cursi pero realista, centrado, fiel, buen amante, buen padre, buen hijo pero que no tenga mamitis, independiente, luchador, comunicativo, bla bla bla bla...
En resumen, todo esto es lo que según nosotras mismas hace "no tan básico" a un hombre y lo que finalmente esperamos obtener, el hombre perfecto pues, el ideal, el soñado. Cuando esto no pasa comenzamos a movernos en el terreno de la pugna, la inconformidad, pero amigas, nadie es perfecto.
Al encontrarte con un hombre que te dice que no es perfecto, pero quiere hacerte feliz nos sentimos tremendamente idiotas, porque no nos estamos dando cuenta de que el hombre es hombre, y se enamoran de nosotras aun sabiendo que a veces no dan la talla, pero lo intentan y eso vale, y vale mucho.
De manera que, mujeres y hombres que me lean, aceptense con virtudes y defectos, seamos felices con lo que tenemos, con quien nos merezca, chicas no pretendan escuchar de ellos justo lo que quieres oír, eso por lo general no pasa.
Chicos no nos pidan que seamos de otra manera, SOMOS MUJERES y ustedes sean tal cual son, pero si les interesa una mujer den lo mejor de sí y haganselo saber, sean inteligentes y pacientes, hagan que ella entienda que no son perfectos pero que están intentando hacerla feliz y eso hará una gran diferencia.
0 Dejad que la piel hable
Cuando ese instinto escondido quiere hablar no tiene miedo, se manifiesta a través de nuestros deseos de forma involuntaria, y se va mostrando tal como es dentro de esa oscuridad que brinda paz, y que una vez que nace va reproduciendo sensaciones que alimentan al cuerpo.
La imaginación se revela, y los sentidos reclaman libertad para volar, mientras que ese superyó atenta contra la semilla que da vida a la vida misma, la razón que nos hace ser hombres de carne, y nos devuelve la humanidad que el dogma nos restringe.
Siempre hay un veto para que la piel no exprese lo que guarda celosamente entre sus sábanas, se intenta ensordecer los gritos desesperados de esa humedad, esa que empapa y que ahoga cuando no se quiere escuchar lo que esta nos quiere decir.
Se van reeditando permisos y licencias que dictan la pauta entre el poder y no poder sentir, haciendo que ese delgado espacio de intimidad que nos pertenece pierda excentricidad, se aniquila el privilegio de poder decidir como vivir tus espacios internos, como expresar entre lineas lo que el mundo no está preparado para aceptar.
Cuando el velo del aparentar te invita a cercenar tus ganas, cuando te obligas a no desear, cuando te callas lo que tu mente anhela, y lo que tu cuerpo reclama, estas frente a la negación de tu propia naturaleza, estas cavando tu propia cárcel.
Te resistes a reconocer que quieres sucumbir ante las tentaciones y dejarte llevar por esa fuerza de atracción magnética que sale de tu misma piel, te niegas, te ofendes, te aterras, te condenas, te culpas, y te callas.
Cuando el haber nacido mujer te dota de una carga, de un peso que si eres valiente puedes quitarte solo si decides desnudarte ante tu misma piel, sentirte cómoda en ella, no querer ser otra más que tu misma, y mostrar todo aquello que te invade de manera exquisita, pero que molesta al resto.
Cuando aprendes a respetar ese, tu único espacio, donde tienes la potestad para darte permisos, para quitarte los velos y tomar las riendas, cuando renuncias al veto y te asumes como un ser de carne, cuando suprimes la culpa, y te entregas a sentir, eres libre mujer... eres humana.
Cuando abres esa puerta y eres tu misma, cuando dejas entrar en tu intimidad a otra persona, cuando esta comparte la suya contigo y mantienen esa sociedad secreta, cuando solo ustedes tienen permiso de opinar... ERES LIBRE MUJER.
Cuando no temes expresarte sin palabras, cuando te dejas impresionar por el poder de tu propia imaginación, cuando renuncias a que otros te dicten las pautas, cuando haces justo lo que deseas hacer y guardar la llave de tu habitación para quien la merezca, cuando no permites que nadie decida que hacer sino tu... y sobre todo, cuando te das el chance de dejar hablar a tu piel, sin que nadie más la escuche, solo tu... entonces
ERES LIBRE MUJER